Un tarde de lluvia en esta isla hace que el resto del mundo sea mucho menos, si te cubres con “Dos Gardenias”, con la sensualidad de Sole Giménez; y piensas en el destino esperanzador de cada espiga que se abre a la vida; y revives toda tu infancia alegremente con “Salomé” y Toña la Negra; y piensas que el sueño de Galeano hoy se abre paso por las venas de América Latina; y te llena de emoción poética “Siembra”, con Rubén Blades y su misión artística siempre comprometida...(Y es al conjuro de la música cuando deseas que crezca y dure más el tapón de la avenida en la hora pico de una mágica tarde de lluvia).