Danilo Medina, cuyas palabras, como a todo gobernante, pueden salvarlo o condenarlo, dice que en materia de corrupción e impunidad importa más lo que pudiera ocurrir en su Gobierno, que lo que haya sucedido en el pasado. Bueno... bueno... Aceptando a contrapelo tal señalamiento, debemos esperar que bastaría un simple rumor (¡y ya hay rumores!) para que disponga acciones enérgicas contra cualquier corrupto del presente, no sea que mañana se le pegue un peñón porque a alguien que venga, quien sea, se le ocurra lo que él no ha querido hacer y que tanta falta hace: tirar piedras, muchas piedras, hacia atrás.