SANTIAGO.-La creciente ola de delincuencia que en los últimos días arropa a Santiago y zonas aledañas, la cual ha dejado una secuela de asesinatos, obligan a las autoridades agilizar la instalación del tan cacareado Sistema Nacional de Atención de Emergencia y Seguridad 911.
Parece que no ha sido suficiente el cambio del jefe de la Dirección Cibao Central de la Policía y el reforzamiento del patrullaje en las calles implementado por el nuevo comandante, general de brigada Héctor García Cuevas, a quienes parece imponérsele los delincuentes para cometer sus fechorías.
No estamos hablando sólo de robo, asalto, atracos y raterías, sino que no pasa una semana sin que se registre una muerte violenta, hechos registrado a causa de estos actos vandálicos o por encargo.
Desde el año pasado el Gobierno ha prometido instalar en esta provincia conjuntamente con Puerto Plata del nuevo plan de seguridad que busca reducir la ocurrencia de estos hechos, pero hasta el momento sólo existe la promesa, porque incluso se ha dicho en todavía, no se tiene ubicado el lugar donde será instalado.
