martes, 30 de junio de 2015

EDITORIAL DIARIO 55


Las constantes tragedias que suceden en la carretera Santo Domingo-Samaná, deben motivar a nuestras autoridades a tomar medidas preventivas para asegurar a quienes se ven obligados a transitar por ella. 

 Si vamos a las estadísticas de muertes en carreteras en este país, seguro que esa vía, que por demás es sumamente cara por los tantos peajes que tiene, se lleva el record en ese luctuoso encasillado. 

 Sin lugar a dudas que se trata de la vía de comunicación terrestre más peligrosa de República Dominicana a juzgar por el número de víctimas fatales que allí ocurren todos los años. 

 En el mes de junio solamente en dos accidentes, perdieron la vida al menos 20 personas, lo cual refleja el alto nivel de peligrosidad que tiene esa importante carretera que unifica nuestra capital con El Nordeste.

 Se impone que nuestras autoridades de tránsito terrestres adopten medidas que obliguen a los conductores a tomar las mayores precauciones, como forma de evitar que esos hechos trágicos sigan llevando luto y dolor a tantos hogares.

 Que cada chofer o conductor a la hora de iniciar la circulación por esa carretera esté consciente de su alta peligrosidad, para que observe prudencia y comedimiento, especialmente evitando rebases imprudentes.

 La empresa constructora que regentea sus peajes como un buen negocio, también debe tomar medidas para hacer de esa vía de comunicación terrestre menos propensa a las tragedias, que cobran tantas vidas humanas.