Como se puede ver en las fotos, el hueco tenía el tamaño justo para que entrara el cuerpo de Joaquín "Chapo" Guzmán Loera, que se fugó tras más de un año de arresto. La mayor parte de ese tiempo, sus hombres estuvieron trabajando en la monumental obra que terminó sacándolo de la -a priori- invulnerable cárcel de El Altiplano.
Los investigadores no tienen dudas: los cómplices de Guzmán contaban con todos los detalles del penal de máxima seguridad. Los planos llegaron a su poder hace mucho tiempo y ahora tratarán de determinar cómo fue que pudieron acceder a ellos.
"Fue un acto de corrupción, deslealtad y traición a los mexicanos, a la institución y a los integrantes de las fuerzas federales que participaron en su captura", manifestó el secretario de la Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
El túnel de 1.500 metros de largo por el que escapó tenía una altura de 1,7 metros y menos de un metro de ancho. Esto equivale a 2.652 metros cúbicos, lo que implica que se necesitaron 379 viajes en camiones de una capacidad de 7 metros cúbicos para remover la tierra.
Como la casa donde se ocultaba la boca del túnel simulaba estar en construcción, fue más sencillo hacer los movimientos. Se calcula que el trabajo demandó 352 días y contó con la mano de obra de cuatro personas trabajando en turnos de 8 a 10 horas diarias.