Aquí no hay oposición. Porque si ésta no propone planes concretos para todas las realidades nacionales (economía, medio ambiente, salud, educación, etc.); y no denuncia con pelos y señales actos de corrupción o abusos de poder; y no trasciende el simple declaracionismo de prensa, y sólo hace simples paseítos por barrios y juramenta saltimbanquis que buscan cargos y procura simples amarres secretos… no es oposición, no va para ningún lado, no tiene futuro, no conmueve a nadie, no hace conciencia, no levanta pasiones, no motoriza las voluntades colectivas y sólo ejerce un insustancial juego electoralista que no deja huella ni hace historia.