martes, 13 de octubre de 2015

La gran diferencia, amén

Como si lo estuviera viendo... Si Francisco viviera entre nosotros (debería por lo menos hacer sus vacaciones en esta isla), en vez de acres homilías y condenas altisonantes, saldría a campos y barrios a luchar contra la injusticia; se uniría a las caravanas de defensa de loma Miranda; denunciaría diariamente a corruptos impunes; mediaría en el entendimiento de República Dominicana y Haití. En fin, haría muchas cosas más allá del púlpito, la sacristía y el confesionario, como estoy seguro exigiría a su grey el mismo Cristo, si acaso viniera, como anuncian algunos: solidaridad con las mejores causas de la bondad humana.