La profesora Jaimil Cabrera, quien imparte docencia a 20 niños, dice a El Caribe, que teme el colapso de una de los pabellones reparados en tres ocasiones.
“Las grietas en las columnas representan un peligro, porque en cualquier momento puede desplomarse y esperamos que no suceda con los niños adentro”, indica Cabrera.
La misma situación presenta la escuela de la comunidad La Lomota, en el citado municipio.
Dirigentes populares denuncian que a pesar del poco tiempo de levantada, muestra varias grietas. Los maestros de ese plante se resisten a continuar impartiendo docencia.
En el caso de la escuela de la comunidad Cañada Bonita, limítrofe entre Navarrete y Altamira por el túnel, una de sus paredes colapsó recientemente, lo que despertó la preocupación de estudiantes, profesores y los padres de los alumnos.
