martes, 1 de diciembre de 2015

Dominicanae medievalis est

En un insólito país medieval (situado en el siglo 21 del Caribe) un soberbio Procónsul Imperial lanzó una catilinaria pública contra los corruptos, y pidió a los súbditos de la llamada “República” o “Estado Nación” protestar con sus puños en alto, y pidió a todo malandrín inconforme devolver sus pases para visitar el Imperio. Pero sucedió que el Jefe de la “República” y demás autoridades del “Estado” dieron la callada por respuesta. Dejaron que fueran las jerarquías católicas apostólico-romanas quienes protestaran las desenfadadas acusaciones del poderoso parlante.