La medida de coerción que se le conoció ayer en la Corte de Apelación a los suspendidos jueces Awilda Reyes Beltré y Francisco Arias Valera, fue aprovechada por una señora que había sido procesada por la jueza y que, inconforme con el caso llevado en su contra, quería verla sentada en el banquillo de los acusados. Esperó pacientemente sentada en uno de los bancos por par de horas hasta que se le acercó cuando Awilda Reyes iba saliendo al pasillo, y le dijo: “Espero que la Justicia te trate como me trataste a mí...”, expresión que dejó atónita a la magistrada, quien no se esperaba esas palabras.
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