lunes, 22 de febrero de 2016
Durante 43 años, Woodfox pasó 23 horas al día solo, comiendo solo, con acceso limitado a visitas y sin ningún acceso a las actividades educativas y religiosas de la prisión.
WASHINGTON. El viaje entre una diminuta celda de cinco metros cuadrados y la libertad ha sido largo y empedrado para Albert Woodfox, el preso de EE.UU. que ha permanecido 43 años en régimen de aislamiento, sin ningún tipo de contacto humano y que esta semana pudo volver a su hogar.
Ha cumplido, según muchas organizaciones, más tiempo en régimen de aislamiento que ningún otro reo de Estados Unidos.
Cuando comenzó su aislamiento en 1972, Richard Nixon era presidente, el mundo estaba dividido en bloques y los países peleaban a golpe de amenazas durante la Guerra Fría.
El pasado viernes, cuando dejó la cárcel, el primer presidente negro gobernaba EE.UU. y la información se transmitía con teléfonos móviles en milésimas de segundo.
Woodfox ingresó en una cárcel de Luisiana por robo a mano armada, mató supuestamente a un guardia del presidio y ahora se enfrentaba a un tercer juicio por este asesinato, pero dada su avanzada edad (69 años), su salud y la falta de garantías para un “juicio justo”, un magistrado decidió dejarle en libertad, según recoge la orden.
Durante 43 años, Woodfox pasó 23 horas al día solo, comiendo solo, con acceso limitado a visitas y sin ningún acceso a las actividades educativas y religiosas de la prisión.
“Tengo miedo de empezar a gritar y a no ser capaz de parar. Tengo miedo a convertirme en un bebé y acurrucarme en posición fetal y quedarme así para el resto de mi vida”, afirmó Woodfox en junio de 2015 a una socióloga autora de un blog llamado “¿Por qué no me sorprende?”.
“Tengo miedo de atacar mi cuerpo, quizás cortar mis testículos y lanzarlos a través de los barrotes. He visto a otros hacerlo cuando no podían más”, añade el preso en su entrevista.
En 2006, en un informe, la magistrada Docia Dalby describió las cuatro décadas en régimen de aislamiento como una “duración más allá de los límites” de la jurisprudencia estadounidense.
El relator de la ONU sobre la tortura y otros tratos degradantes, Juan Méndez, ha pedido la prohibición del encarcelamiento en régimen de aislamiento durante más de 15 días, debido a los graves daños mentales que puede sufrir el preso al prohibírsele cualquier contacto social.
“Tortura” es la palabra que han utilizado para describir los 43 años de aislamiento de Albert Woodfox organizaciones como Unión para las Libertades Civiles en América (ACLU) y Amnistía Internacional (AI).
Beatriz Pascual Macías