No acechemos a Monchy

Otras fuentes no menos informadas, propiamente de Santiago de los Treinta Fadules (incluyendo hijos y nietos), aclaran que Monchy (no tan iracundo y orático como Ernesto, pero sí tan célebre en anécdotas como la difunta Rosita y tan jocundo y cherchoso como Domingo en día domingo) anda a pie por las calles de su pueblo grande como le da la gana, en mangas de camisa, de sonrisa en sonrisa y de abrazo en abrazo, y no hay atracador que lo haya percibido ni se atreva a percibirlo, porque entonces (cito) “se sabrá si es verdad que el gas pela”. (Por algo será que es Ministro de Interior y Policía).