miércoles, 13 de abril de 2016

El 10% de Loma Miranda está sometida a una feroz “carnavalización” ambiental, según investigadores


Un rastreo de campo dirigido por un experto ecologista y 16 estudiantes dominicanos y de otras nacionalidades, determinó que la Loma Miranda está sometida a un proceso de depredación de su riqueza boscosa, a pesar de ser lugar de nacimiento de las aguas del Cibao Central y de estar en proceso de declaratoria de Parque Nacional. 

 Los investigadores, dirigidos por el ingeniero Félix Díaz Tejada hicieron el sábado 12 de marzo, un recorrido que incluyó: La Piedra, el Llano de Tibiside, La Yabacoa, carretera de Felo Rosario, Bajada de la Cuaba, la Subida de Esteban, La Campaña, Las 40, La Bija, La Manaclita, La Antena, La Majaguita, Azafrán, Los Chicharrones, El Play, La Ciguapa y La Bija.


 “Se han bandalizado las áreas boscosas de Loma Miranda, sin que se hayan dispuesto medidas permanentes y sostenibles en el tiempo por parte de las autoridades responsable” afirma el asesor ecológico de la Cooperativa Vega Real. 

 Explica que los investigadores tomaron cientos de fotos que evidencian el daño que se hace a la zona boscosa y resalta que no se siente la acción oportuna del Ministerio de Medio Ambiente. 

 Indica que el equipo ascendió sigilosamente al Camino del Monte, cuyo acceso fue a través de un precipicio prácticamente vertical, en donde los bosques fueron más agredidos y devastados tras los incendios provocados por manos inescrupulosas en el mes de mayo del año 2015. 

 “Allí apenas se ha podido regenerar la vegetación del sotobosque y la población de algunas especies de helechos y gramíneas como el pajón haitiano (Dichanthium annulatum) y yerba guinea (Panicum maximun); muy pocos individuos de la población de pino se han salvado; el resto de la vegetación arbustiva está marchita, lo cual ha alterado todo el habitad para la fauna” dice el informe escrito por Díaz Tejada y que ha sido entregado a El Nacional. 

 Explica que los responsables son personeros conocidos por sus hechos y a que se dedican, los cuales residen en el mismo entorno de las comunidades El Algarrobo, La Piedra y Cruce de Controbas. 

Revela que el traslado de la madera hasta los lugares hacia donde atisban los camiones, abriendo trochas en el bosque, lanzándolas por los precipicios casi verticales denominados Derrumbadero de la Bija, hasta las proximidades del vecindario La Piedras.

 Y señala que los delincuentes ambientales son protegidos por militares, los cuales incluso hasta contribuyen a subir las cargas a los camiones y atisbar mejor la capacidad de los mismos.

 “Los caminos abiertos para tales fines se convierten en veloces corrientes de agua de las precipitaciones, por donde son arrastradas gruesas capas de arcilla y limo, hasta el cauce del Rio Jagüey, destruyendo todo cuanto encuentren los gruesos troncos en su raudo descenso, además de sedimentar el cauce del Balneario Acapulco y sus charcas, con lo cual están poniendo en riesgo un medio de sobrevivencia para la población de la comunidad que vive de los visitantes y el ecoturismo” expone el documento.

 Por José Rafael Sosa
 (Especial para Acento.com.do).