sábado, 16 de abril de 2016

QUE MAL OLOR Y QUE DESCUIDO

Viajar a la capital en Autobuses Metro era una experiencia agradable. Brindaban cafe a los pasajeros , agua y galleticas , y hasta baño a bordo había. 

 Recuerdo a Ana María , ahora convertida en abogada . Era la mas agradable de todas las muchachas que asistía a los clientes de a bordo. Actualmente el interior de los buses Metro luce sucio y huelen a mocato, al punto que me tupen la nariz por la humedad y el poco olor al impío. De Santiago a la capital aumentaron el pasaje a 350 pesos para no tener que bregar con menudo , y el parqueo a 200 pesos para que los 50 pesos que hace unos días sobraban no los reciba ahora de propina el que entrega los tikets.

 Quiera Dios que surja una nueva compañía que tenga dueño y que sea higiénica , y que no sea de Blas Peralta , de Antonio Marte , ni de Hubieres. No tengo nada contra ellos ni los conozco , pero como me dicen que ellos son los dueños del país , en asuntos de transporte público y del regalo de millones de galones que graciosamente reciben de parte del gobierno blandito y cobarde estos señores , el transporte del pueblo no puede estar bajo el control de ninguno de ellos. Que pena que ya el Metro no es ni sombra de lo que fue esa compañía hace unos años.

POR DOCTOR JUAN VARGAS