Fue literalmente un día de furia para el operario de una excavadora que realizaba trabajos en el interior del aeropuerto ruso de Igarka.
Tras enterarse que lo habían despedido, se subió a la enorme máquina que suele manejar y no tuvo mejor idea que arremeter toda su ira contra uno de los aviones estacionados en la pista de aterrizaje. Fue momentos después de que su jefe le comunicara la mala noticia: era un desempleado más.
El operario, cuyo nombre está reservado por la justicia rusa, destrozó un lujoso jet de la aerolínea UTair, modelo Yak-40, valuado en aproximadamente cinco millones de dólares, de acuerdo con información del portal inglés Mirror.
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