La insistencia de Sanders en mantenerse en la contienda hace que Obama y el vicepresidente Joe Biden se mantengan al margen, lo que priva a Clinton de dos figuras de peso.
WASHINGTON. Aumenta entre los demócratas la presión para que Bernie Sanders dé un paso al costado y despeje el camino de Hillary Clinton hacia la nominación presidencial ante el temor de que la continua presencia del senador socialista en la contienda afecte las posibilidades de Clinton en la elección presidencial ante Donald Trump.
Sanders sigue sumando victorias en una causa perdida, ya que no tiene casi posibilidades de descontar la ventaja que le lleva Clinton en la suma de delegados que elegirán al candidato en la convención partidaria. Sus recientes triunfos en Indiana y West Virginia, no obstante, animan a sus partidarios, que juegan con la idea de que su candidatura sigue tomando impulso.
“No creo que entiendan las consecuencias” que puede tener la prolongación de la primaria demócrata, afirmó la senadora Dianne Feinstein, que apoya a Clinton y quien medió en el encuentro entre la exprimera dama y Barack Obama que selló la paz entre ambos durante las primarias del 2008.
“Es perjudicial porque no puede enfocarse en la elección general, como debería hacer”, agregó. “Trump ya lo está haciendo”.
Clinton no le ha pedido a Sanders que se retire en vista de que ella misma se mantuvo en la contienda hasta bien entrado junio en el 2008. Pero ahora que Trump se aseguró la nominación republicana, muchos demócratas creen que podrá sacarle provecho a la decisión de Sanders de seguir dando pelea y que podría tratar de captar el voto de los sectores independientes que apoyan al senador.
AP