WASHINGTON.- El consumo de heroína en Estados Unidos prácticamente se triplicó entre 2007 y 2014, y es la causa de 10.000 muertes anuales en el país, según un informe publicado hoy por la Agencia Federal Antidrogas (DEA).
La DEA destacó el “uso y abuso” de la heroína y otras drogas opiáceas como “una crisis que aflige” a EE.UU., y puso como ejemplo el aumento exponencial de casos registrados de consumo de heroína en 2007 (161.000) que se multiplicaron por tres en 2014 (435.000).
En cuanto a las muertes relacionadas con la heroína, el informe indicó que también se triplicaron, aunque en este caso en un período incluso inferior de tiempo, ya que pasaron de 3.036 en 2010 a 10.574 en 2014, un incremento, según la DEA, “más rápido que el de otras drogas”.
Además, las muertes vinculadas a opiáceos sintéticos como el fentanilo, utilizado en medicina como analgésico, y otros productos análogos se dispararon un 79 % en solo un año, de 2013 a 2014.
“Tendemos a utilizar demasiado expresiones como ‘sin precedentes’ y ‘terrorífico’, pero la muerte y destrucción relacionados con la heroína y los opiáceos sí es terrorífica y sin precedentes”, apuntó el administrador en funciones de la DEA, Chuck Rosenberg.
Rosenberg aseguró que el problema “es enorme y está creciendo, y todos los ciudadanos deben ser conscientes de ello”.
El informe destacó como “novedad” de este año un fenómeno que describió como fentanilo “disfrazado” de prescripciones médicas y que se calcula que resultó en la muerte de 19 personas en Florida y California durante el primer trimestre de 2016.
“Motivados por el enorme potencial para sacar beneficios, los traficantes están explotando la alta demanda de analgésicos, tranquilizantes y sedantes ilegales que requieren prescripción, mediante la producción de falsificaciones baratas que se pueden vender en la calle”, apuntó la DEA.
La cifra de consumidores, las admisiones para tratamientos, las muertes por sobredosis y las incautaciones a traficantes aumentaron con respecto de los números del informe del año pasado.
Por su parte, la heroína este año fue “la mayor amenaza” dentro de las drogas para un 45 % de las autoridades estatales y locales de EE.UU., por encima del 38 % que respondía de ese modo en 2015 y muy superior al 7 % de 2007.
De acuerdo con el informe de la DEA, se trata de un fenómeno a nivel nacional que afecta con especial virulencia el noreste, la parte media de la costa del Atlántico y el medio oeste del país.
Muchos de los adictos a opiáceos empezaron consumiéndolos de forma legal al serles prescritos con objetivos médicos, pero se pasaron luego a la heroína al ser esta de mayor pureza, menos cara y más fácil de obtener que los opiáceos ilegales, según el informe.
El Gobierno de Barack Obama ya ha alertado en varias ocasiones sobre la “epidemia” de adicción a la heroína y los analgésicos opiáceos en la que se encuentra el país, y el pasado 29 de marzo anunció nuevos fondos para luchar contra este fenómeno.