Trece años después de que su casa fuera irrumpida por 70 agentes de la Policía de Santa Bárbara, California, surgieron escabrosos detalles de lo que había dentro de Neverland Ranch: fotos de adolescentes desnudos, pornografía y material suficiente como para ser imputado por abuso de menores. En los años siguientes, Michael Jackson enfrentó al menos 20 juicios en su contra que le costaron una buena parte de su fortuna: 200 millones de dólares.
Este martes se conocieron detalles de esa redada en la mansión, en la cual se destaparon las maniobras que el cantante pop estadounidense habría usado para seducir a sus víctimas.
Hoy miércoles, salieron a la luz más revelaciones: un armario secreto con juguetes de todo tipo destinados a la seducción de niños.
Hoy miércoles, salieron a la luz más revelaciones: un armario secreto con juguetes de todo tipo destinados a la seducción de niños.
Muñecas al lado de una cama. Debajo pueden verse libros y revistas. Muchos de ellos contenían imágenes pornográficas y de adolescentes desnudos
Las imágenes surgieron a partir de un video que grabaron las autoridades cuando en noviembre de 2003 realizaron un impresionante operativo en la reconocida mansión de Jackson. Al menos 70 agentes irrumpieron en la propiedad para buscar evidencia por pedofilia.
Además de la pornografía y los libros y revistas con adolescentes desnudos y sobre sadomasoquismo, los miembros de la Oficina del Sheriff de Santa Bárbara y la Fiscalía del mismo condado hallaron una habitación secreta oculta tras un armario.
Libros, algunos de los cuales contienen material perturbador para menores, dentro del cuarto secreto
Oculto en la parte trasera de la suite de Neverland Ranch, Jackson había diseñado un compartimento oculto y asegurado para que sólo accedieran quienes él disponía. Tenía tres cerraduras, lo que quedaba lo suficientemente resguardado para mantener la privacidad.
Autos a control remoto, Mickey Mouse y todo tipo de juguetes: una tentación para cualquier menor
En su interior podían observarse todo tipo de elementos. Un verdadero museo para niños. Algo siniestro, teniendo en cuenta la realidad que se vivía en la reconocida casona.
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