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SANTIAGO.- Aún con las precariedades que mantiene el Hospital Regional Universitario José María Cabral y Báez, la población del Cibao se ampara a este centro en busca de mejoría en su salud y por el personal especializado que allí labora.
Una de tantas dificultades de este centro son los entaponamientos y “caos” que se producen en todas las cuadras para llegar al centro hospitalario y peor aun las vías para acceso a la emergencia.
Las ambulancias y otros medios de transporte que llegan al lugar no pueden acceder, ya que está completamente ocupado por motocicletas que son colocadas a todo lo largo y ancho de las aceras adyacentes a emergencias.
La ciudad ha ido acorralando al hospital y resulta un caos cuando una ambulancia trae desde otra provincia a un enfermo, donde “un minuto es precioso para salvarle la vida”.
Desde tempranas horas de la mañana y todo el día es un caos ya que en ambas aceras hay vehículos aparcados desconociéndose si es del personal que labora en el Seguro Médico para Maestros (Semma) o del Hospital José María Cabral y Báez, eso sin contar con los taxis y las personas que de forma personal van a llevar un enfermo.
Hace un tiempo las autoridades hospitalarias con organismos de la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMET), establecieron un corredor hospitalario para permitir el paso de las ambulancias, pero el proyecto termino en un caos y sin la debida vigilancia.