Washington, 18 jun (EFE).- Cuando quedan menos de cinco meses para las elecciones presidenciales en EE.UU., la campaña se le pone muy cuesta arriba al virtual candidato republicano, Donald Trump, que bate récords de impopularidad y naufraga en las encuestas.
Como si hubiera visto un pájaro de mal agüero, Trump, que el pasado martes cumplió 70 años, parece haber perdido la aureola de "ganador" de la que presume hasta la saciedad en los mítines.
Los observadores coinciden en que el órdago del polémico magnate por la Casa Blanca atraviesa una grave crisis, alentada por sus polémicas xenófobas y las incesantes críticas de dirigentes de su propio partido, que digieren con desasosiego sus dislates.
Para muestra, un botón: la impopularidad de Trump que arrojan los sondeos de intención de voto carece de parangón en la historia moderna de las campañas presidenciales en Estados Unidos.
Según una encuesta divulgada esta semana por la cadena ABC News y el diario The Washington Post, el 70 por ciento del electorado tiene una imagen desfavorable del multimillonario neoyorquino, que nunca ha ocupado antes un cargo político.
La candidata oficiosa del Partido Demócrata para los comicios presidenciales del 8 de noviembre, la ex secretaria de Estado Hillary Clinton, tampoco recibe un gran aplauso en el estudio (55 por ciento de impopularidad), pero no sale tan mal parada.
Los resultados son más devastadores, si cabe, para el empresario de los hoteles y los casinos entre varios grupos clave para ganar las elecciones: los afroamericanos (94 por ciento de impopularidad), los hispanos (89 por ciento) y las mujeres (77 por ciento).