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El pacto de silencio se rompió. Fue tomado como una “traición” por el círculo íntimo del cantante que vivía de su fortuna. La insólita carta que escribió sobre pedofilia y sobrinos.
Hace siete años moría uno de los más grandes artistas del siglo XX: Michael Jackson. También, un hombre con una doble vida perversa, cuyas oscuridades estuvieron a punto de llevarlo a prisión en el último tramo de su vida. Arreglos extrajudiciales por más de 200 millones de dólares impidieron que la estrella pop de los Estados Unidos pasara sus días finales tras las rejas.
En esa vida de vaivenes entre el estrellato y la pedofilia hubo un hecho que que el Rey del Pop vivió como una traición y que no esperaba. Miembros de su familia declararon en noviembre de 2003 las "costumbres" que el cantante mantenía recurrentemente con niños. Las autoridades también creyeron -a partir de los interrogatorios- que algunos menores de su familia habían padecido la tortuosa mente del artista.
Un detective accedió a las pruebas halladas en la profunda requisa realizada en noviembre de 2003 sobre la icónica mansión Neverland Ranch en Santa Bárbara, California, señaló que al menos dos parientes fueron usados para cometer sus delitos sexuales. "El reporte de investigación cita que Michael incluso utilizó fotos sexuales de sus propios sobrinos… en ropa interior para excitar a jóvenes", comentó la fuente cuya identidad quedó en reserva.
Los sobrinos siempre negaron haber sido objeto de abuso por parte del cantante, según indicó el sitio especializado Radar Online. Cuando algún integrante del clan comenzó a sospechar que algo raro pasaba en Neverland Ranch, el cantante se encargó en persona de silenciarlo.
"La gente de Jackson se enteró y éste llevó a una isla a ese pariente. Cuando esa regresó, Jackson le compró un automóvil nuevo, lo que nosotros entendemos que, junto al viaje, fue usado para callarlo", indicó el detective privado.
Cuando ese noviembre de 2003 los agentes policiales y de la fiscalía del condado de Santa Bárbara quisieron saber más sobre la vida de Michael Jackson, se encontraron con un pacto de silencio hermético. Eso les hizo sospechar que efectivamente algo malo ocurría en esa infausta propiedad.
Uno de los familiares de MJ "estaba solo en la casa e invitó a dos detectives, les ofreció refrescos pero también les señaló que no estarían dispuestos a hablar mal de Michael". Parecía que nadie traicionaría al cantante pop. Hasta ese momento el hermetismo era absoluto.
En un vuelo hecho hasta Las Vegas para continuar con las pericias en torno a la figura de renombre mundial, los encargados del proceso se entrevistaron con un nuevo miembro del círculo íntimo del sospechado. "Lo que nos dijo nos dejó con los ojos abiertos. Nos señaló que Jackson intentó por años ocultar su predilección por los niños pre-púberes". El círculo comenzaba a cerrarse. Y el pacto a romperse. Esto empujó a continuar con el proceso judicial.
Al parecer, además, la adicción le jugó una mala jugada al cantante. El intérprete pasaba gran parte de las jornadas bajo los efectos de las drogas, sin darse cuenta que había gente alrededor suyo que veía lo que hacía con los menores.
Igualmente, las pruebas recolectadas en la pesquisa realizada sobre Neverland Ranch resultaron contundentes contra el artista. Fotos de niños semidesnudos, pornografía, fetichismo,
sadomasoquismo en cantidades increíbles fueron algunas de las evidencias que mostraban el otro lado de Michael Jackson. En esa recorrida que involucró a 70 agentes, fue descubierto además un armario secreto con juguetes, superhéroes y cuentos infantiles que el intérprete de Thriller tenía en su habitación principal.
Este testigo declaró además que sospechaba que muchos de esas víctimas podían ser familiares del cantante, entre los que podría encontrarse su propio hijo. Incluso, la madre de MJ, Katherine Jackson (86 años) estaba al tanto de los abusos que cometía. "Estaba muy avergonzada como para hacer algo", indicó la fuente. El familiar que reveló estos detalles siniestros a los investigadores permaneció en las sombras. Nunca se animó a declarar ante un tribunal. Tenía miedo, entre otras cosas, de que la matasen.
Entre las curiosidades de la investigación, resultó extraño una carta que el propio Jackson envió a la madre de sus sobrinos, por quienes tenía una especial devoción. "Por favor, lee este artículo acerca de abusos a niños y por favor léelo a tus hijos… revela cómo tus propios parientes pueden ser abusadores de niños, tíos o tías abusando de sobrinos o sobrinas. Por favor, léelo. Con amor, MJ".