miércoles, 6 de julio de 2016

De un techo, a la intemperie


DIARIO55, SANTIAGO.- Luego que el Ministerio de Medio Ambiente llevara a cabo en esta ciudad la jornada de retiro de casetas de las aceras de diferentes calles y avenidas, supuestamente en busca del rescate y el embellecimiento de los espacios públicos, decenas de hombres y mujeres, quienes  por varios años se ganaban la vida realizando el comercio informal, como la venta  de jugos, frutas, café, té, tostadas, entre otros productos comestibles, hoy  han quedado a la intemperie con sus miradas desconsoladas y sin esperanza.

Al amanecer de los días y, desde el momento mismo de este plan, es notorio el vacío en estos espacios, así como ha sido la ausencia de la señora Rosa Emilia Rodríguez, de 59 años de edad, frente al hospital infantil Arturo Grullón, quien desde su humilde caseta de ventas de desayuno, era el motor y el sustento económico de su hogar, de la cual dependían cuatro de siete de los miembros de su familia, entre otras tantas personas, mayoría de ellas promediando la tercera edad.


Si bien es cierto, que se debe procurar tener un entorno urbano más pulcro y con mejor tránsito vehicular y peatonal, no es menos cierto que el levantamiento de este operativo ha dejado en el limbo y sin rumbo a estas personas, por el mero hecho de actuar sin una planificación de reubicación, asesoramiento, concientización y educación sobre un mejor medio ambiente.



No obstante, y  tomando en consideración que parte de  este comercio informal podía estar obstaculizando los espacios públicos, lo cual en gran medida es culpa directa de las autoridades que hoy están llevando a cabo este operativo, por aceptación y complicidad de su ubicación,  muchos han optado por mantenerse en pie de lucha, exponiendo sus mercancías en cajas, fundas, y  mesas para poder continuar con su trabajo,  y así llevar a la casa el dinero de la comida.

A pesar de todos los pesares, el Ministerio de Medio Ambiente ha manifestado que continuará la limpieza de los espacios públicos para devolverle a la ciudad el esplendor que la misma amerita, pero:

¿Qué pasa con las tiendas de repuestos que se han tomado las aceras para realizar sus labores; con aquellos empresarios que mantienen el paso peatonal ocupado para aparcamiento de sus vehículos y clientes; Qué pasará con los postes de tendido eléctrico y telefónicos ubicados en el mismo medio de las aceras, obstaculizando y violando el derecho de los ciudadanos, especialmente para aquellos de casos especiales (No videntes y minusválidos),  perteneciente a grandes empresas e instituciones.


Esperemos que la balanza no solo se incline para aquellos que son más, en términos poblacional  y  los que más aportan en materia económica  y, deciden en las urnas, frente a un puñado de sangre azul. Ojalá, en un tiempo prudente y salomónico, se pueda buscar una salida a esta situación del mercado informal llevando a la práctica y a la inversa "De un Techo, a la intemperie", y así todos poder disfrutar de una ciudad corazón más justa,  limpia y ordenada.