El seguimiento a la seguidilla había cautivado al país durante dos meses.
Al final de la temporada, DiMaggio acumuló promedio al bate de .357 y fue escogido el jugador más valioso de la Liga Americana (Ted Williams de Boston, bateó para promedio de .406, quedó segundo en la votación). Ese año los Yankees ganaron la serie mundial (su novena) frente a los Dodgers de Brooklyn.
Al transcurrir 75 años, la racha de 56 juegos bateando de hit de DiMaggio, aún se mantiene en las Grandes Ligas como la más larga.