Hitler comenzó a escribir su libro mientras estaba en la prisión de Landsberg, declarado culpable de traición por su papel en un intento de golpe de Estado para tomar el control del gobierno de Baviera; luego del fracaso, Hitler fue condenado a cinco años de prisión, de los que cumpliría sólo nueve meses.
Durante su estadía en la antigua fortaleza de Landsberg se le permitió recibir invitados y regalos, y fue tratado como una especie de héroe de culto. Él decidió poner su tiempo de ocio a buen uso y comenzó a dictar el Volumen Uno de sus magnus opus a Rudolph Hess, un miembro leal del Partido Nacional Socialista Alemán y compañero revolucionario.