Más allá de las bromas por el largo de sus discursos, en sus más de seis décadas en la primera línea de la política mundial y en la reflexiones que ha compartido desde que dejó el poder en 2006, Fidel Castro ha dicho numerosas frases memorables que retratan tanto su personalidad avasalladora como su pensamiento.
Estas son algunas de ellas:
"La historia me absolverá"
Una de las frases más recordadas de Fidel Castro, es también una de las primeras que conoció el público. La pronunció a los 26 años cuando era aún un joven revolucionario.
Tras el asalto al cuartel Moncada de Santiago de Cuba el 26 de julio de 1953, y después de pasar 76 días "encerrado en una celda solitaria", según denunció entonces, se representó a sí mismo en el juicio que acabó con estas palabras:
"Sé que la cárcel será dura como no la ha sido nunca para nadie, preñada de amenazas, de ruin y cobarde ensañamiento, pero no la temo, como no temo la furia del tirano miserable que arrancó la vida a 70 hermanos míos. Condenadme, no importa, la historia me absolverá".
Fidel Castro fue condenado el 16 de octubre de ese año. Tras pasar 22 meses en prisión, fue liberado en una amnistía y se exilió en México.
"Si salgo, llego; si llego, entro; si entro, triunfo"
Según quienes coincidieron con él durante su exilio en México, esas fueron las palabras más repetidas por Fidel Castro antes de zarpar en 1956 en el yate Granma junto con un grupo de 80 personas para iniciar la lucha guerrillera en Cuba y tratar de derrotar a Fulgencio Batista: "Si salgo, llego; si llego, entro; si entro, triunfo".
Ese optimismo es una de sus características. Fidel siempre ha dicho que para ser revolucionario no se puede ser pesimista.
"¿Voy bien, Camilo?"
La pregunta a su compañero de la guerrilla y uno de sus más cercanos colaboradores, el comandante Camilo Cienfuegos, la pronunció Castro el 8 de enero de 1959 en su primera alocución ante el pueblo cubano tras el triunfo de la revolución, a su llegada a La Habana.
"¿Voy bien, Camilo?", le preguntó en una pausa del discurso a su hombre de confianza mientras, según relataba en su edición de esa semana la revista Bohemia, "palomas mensajeras de la paz revoloteaban alegremente por los hombros del líder".
"Vas bien, Fidel", le contestó Cienfuegos, quien fue aclamado por quienes escucharon el discurso.
"¡Que sean como el Che!"
El 18 de octubre de 1967, a nueve días de la muerte del Che Guevara en Bolivia, Fidel Castro participó en una velada en memoria del guerrillero argentino en la Plaza de la Revolución en la que lo definió como "un ejemplo" y el "modelo ideal" para el pueblo cubano.
"Si queremos expresar cómo aspiramos que sean nuestros combatientes revolucionarios, nuestros militantes, nuestros hombres, debemos decir sin vacilación de ninguna índole: ¡Que sean como el Che! Si queremos expresar cómo queremos que sean los hombres de las futuras generaciones, debemos decir: ¡Que sean como el Che! Si queremos decir cómo deseamos que se eduquen nuestros niños, debemos decir sin vacilación: ¡Queremos que se eduquen en el espíritu del Che!".
"Tengo un chaleco moral (...) que me ha protegido siempre"
En 1979, antes de viajar a Naciones Unidas, un periodista le preguntó a Fidel Castro por un rumor de que "siempre está protegido por su traje".
-"¿Cuál traje?", respondió Castro sacándose el puro de la boca para desabrocharse la camisa.
- "Todo el mundo dice que usted tiene un chaleco a prueba de balas", insistió el periodista.
- "No", replicó Castro entre risas mientras mostraba su pecho. "Voy a desembarcar así en Nueva York. Tengo un chaleco moral que es fuerte. Ese me ha protegido siempre".
"Todos los enemigos se pueden vencer"
En 1995, en una entrevista en la misión cubana de las Naciones Unidas con la presentadora de origen cubano María Elvira Salazar para el canal estadounidense Telemundo, Castro respondió así a la pregunta de a quién consideraba su peor enemigo:
"¿Mi peor enemigo? Yo creo que no tengo enemigos peores, porque creo que todos los enemigos se pueden vencer".
"No pretendo ejercer mi cargo hasta los 100 años"
"Que no se preocupen los vecinitos del norte, que no pretendo ejercer mi cargo hasta los 100 años", dijo Fidel Castro en Bayamo el 26 de julio de 2006 un discurso con motivo del Día de la Rebeldía Nacional, al cumplirse 53 años del asalto al Cuartel Moncada.
Cinco días después, el 31 de julio, anunció que dejaría temporalmente el poder por motivos de salud tras someterse a una operación y que su hermano Raúl tomaba el relevo en el poder.
"No tengo ni un átomo de arrepentimiento"
"He cometido errores, pero ninguno estratégico, simplemente táctico. No tengo ni un átomo de arrepentimiento de lo que hemos hecho en nuestro país", le dijo Castro al periodista español Ignacio Ramonet, según consta en su obra Cien Horas con Fidel publicada en 2006.
"El mejor amigo que tuve"
Como sucedió en los últimos años de su vida, la despedida de Fidel Castro al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, tras su muerte en 2013 se produjo en una de sus Reflexiones, los artículos publicados en la prensa estatal cubana.
"Hoy guardo un especial recuerdo del mejor amigo que tuve en mis años de político activo -quien muy humilde y pobre se fraguó en el Ejército Bolivariano de Venezuela-, Hugo Chávez Frías".
"Hombre de acción e ideas, lo sorprendió un tipo de enfermedad sumamente agresiva que le hizo sufrir bastante, pero enfrentó con gran dignidad y con profundo dolor para familiares y amigos cercanos que tanto amó. Bolívar fue su maestro y el guía que orientó sus pasos en la vida. Ambos reunieron la grandeza suficiente para ocupar un lugar de honor en la historia humana".
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