Se trata de un ciudadano chino y otro de nacionalidad holandesa, que habían acudido a una de las citas más concurridas del verano al otro lado de la frontera. Los 33.000 asistentes que abarrotaban el recinto, consagrado a recibir grupos y DJs especializados en psicodelia electrónica, habían agotado las entradas ya en diciembre pasado.
Las dos víctimas entraron en parada cardiorrespiratoria y tuvieron que ser trasladadas de urgencia al Hospital de Castelo Branco, a 40 kilómetros del festival. Perecieron en el camino.
La organización de la muestra musical emitió un comunicado para explicar: «Es prematuro avanzar las causas de las muertes, que lamentamos muchísimo. Prestamos todo nuestro apoyo a las familias y a las autoridades».
Bolas de hachís
Además, un festivalero portugués fue ingresado en el mismo centro con síntomas de llevar droga en el interior de su cuerpo. Y es que se le han intervenido 42 bolas de hachís, por lo que será detenido y puesto a disposición judicial en cuanto reciba el alta hospitalaria.
Los indicios apuntan a que este individuo ejercía de «mula», es decir, transportaba droga ilegalmente. Al parecer, trabajaba para dos jóvenes que se encontraban bajo sospecha desde hace varios días.
El Boom Festival, de corte «neohippie», ha adquirido fama internacional en las últimas ediciones. Tanto es así que, alrededor del Lago Idalha Nova, se dieron cita en esta ocasión fans procedentes de 162 países, con el 90% de los billetes vendidos para fuera de Portugal.
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