jueves, 18 de agosto de 2016

La marihuana podría ser legal en Canadá en 2017, pero los emprendedores prefieren no esperar


VANCOUVER, Canadá — El Cannabis Culture Lounge tiene todo lo que un fumador de marihuana necesita para sentirse en casa: cogollos de marihuana a tres dólares, pipas, bolsas de Doritos y sofás de cuero negro para reclinarse a contemplar entre el humo. Pero hay un pequeño detalle: todo eso está prohibido por la ley canadiense.

Aún así, algunas personas tienen grandes esperanzas para el lugar, abierto hace más de una década como una especie de punto de encuentro para fumadores de marihuana tolerado por las autoridades locales. Empezó a vender marihuana justo después de que Justin Trudeau resultara elegido primer ministro en noviembre.

“Así funciona la legalización del uso recreativo de la marihuana en Canadá”, dijo Jodie Emery, activista y copropietaria del local y de varios dispensarios de marihuana médica en el país.

Trudeau prometió despenalizar la marihuana para uso recreativo en Canadá el próximo año, por encima de las leyes actuales, que son estrictas pero que permiten el uso medicinal de la hierba.



Los lineamientos más recientes para el uso médico de la marihuana, anunciados la semana pasada, establecen que los pacientes deben estar registrados, deben contar con una receta médica y deben conseguir la droga por correo comprándosela a un productor autorizado por el gobierno o cultivándola en privado.

Algunos emprendedores, impacientes por retar las barreras legales, han abierto cientos de dispensarios ilegales por el país en los que se venden productos como cogollos de marihuana orgánica y concentrados potentes de cannabis. Las autoridades han optado por hacerse de la vista gorda.

El crecimiento esperado del negocio de la marihuana todavía está por materializarse y el gobierno apenas está redactando de manera preliminar la norma que permitiría su uso con fines recreativos.

Los intereses económicos, la ley y el comportamiento policial confluyen en un mismo punto y será una prueba difícil para Trudeau, el encargado de resolver esa interacción. Sus decisiones serán estudiadas con lupa tanto en su país como en Estados Unidos, donde la marihuana está prohibida por el gobierno federal pero muchos gobiernos estatales ya la han despenalizado.

“Canadá quiere marcar un jonrón”, dijo Allen St. Pierre, director ejecutivo de la Organización Nacional para la Reforma de la Leyes de Marihuana (NORML, por su sigla en inglés) en Estados Unidos. “Lo que Trudeau trata de hacer allá es impensable aquí”.

@nytimes