“Se ha demostrado que las pruebas nacionales no sirven para nada y solo llevan frustraciones a los estudiantes”, comentó.
Chehede consideró que estas pruebas se pueden seguir ejecutándose pero con la intención de evaluar el proceso educativo durante el año, para que las autoridades manejen las cifras y sepan que están haciendo mal y qué cosas están haciendo bien.
“Una prueba diagnóstica, un elemento de estudio y de trabajo de las autoridades de educación”, manifestó.
Sostuvo que muchos jóvenes no ingresan en la universidad porque han tenido problemas con estas pruebas, por lo que consideró estos exámenes frustran a la población y no permiten el desarrollo profesional.