La beatitud es el primer escalón a la santidad y el martirio exime de los dos milagros necesarios para llegar a la condición de beato y después de santo. Pero es un caso raro que sea el obispo de Roma quién haga una precisa proclamación de la beatitud.
El anuncio de Bergoglio abre el camino a un rápido proceso de canonización al pobre cura que tenía 86 años y no quería retirarse de la parroquia de Saint-Etiene-du-Rouvray, donde se produjo el atentado. Amigo de los musulmanes ,con un carácter amable y abierto, el degüello del padre Jacques horrorizó a Francia y al mundo.
El Papa se dirigió al obispo de Rouen, monseñor Dominique Lebrun, que concelebraba con él, diciéndole: “Muestra la foto del padre Jacques en la Iglesia, en cuanto es un beato. Si alguno te contesta, respóndele que te autoriza el Papa”. “Debemos orar por él para que nos dé la hermandad y la paz”.
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