sábado, 19 de noviembre de 2016

El papa Francisco le respondió a los cardenales que lo criticaron y defendió que los divorciados formen parte de la Iglesia


El papa Francisco cuestionó en una entrevista publicada este viernes en el portal católico italiano Avvenire la visión "blanco o negro" del ala más conservadora de la Iglesia Católica, muy crítica con la mano tendida por el Vaticano a los divorciados que se vuelven a casar.

Esta semana, un grupo de cuatro cardenales denunció la "ambigüedad" de un texto sobre la familia publicado en abril.

En la entrevista, consultado por dichas acusaciones, Francisco replicó: "No me quita el sueño. Yo sigo el camino de los que me han precedido, sigo el Concilio".



El documento en cuestión, llamado Amoris Laetitia ("La alegría del amor"), reúne las conclusiones de dos agitados sínodos (concilio de obispos) sobre la familia celebrados en 2014 y 2015 y pide que los divorciados que se vuelven a casar por lo civil sean acogidos dentro de la Iglesia.

 Algunos no entienden, todo lo ven blanco o negro, incluso si es en un flujo de vida en el que es necesario discernir
Sin poner en duda el dogma del matrimonio católico indisoluble, el texto abre la vía a que los divorciados puedan comulgar, aunque sólo en algunos casos y en función de lo que decida en cada caso el obispo.

"Algunos no entienden, todo lo ven blanco o negro, incluso si es en un flujo de vida en el que es necesario discernir", dijo el Papa en la entrevista al periódico católico.


Los cuatro cardenales que cuestionaron el tratado del Papa sobre el amor en la familia

El viernes, además, Francisco ratificó que quienes se consideran al margen de la comunidad eclesial "a causa de su fracaso conyugal" no están fuera de la Iglesia, en un encuentro con obispos que asisten a un curso en el Tribunal de la Rota romana.

"La Iglesia del Verbo Encarnado se 'encarna' en los asuntos tristes y en los sufrimientos de la gente, se inclina ante los pobres y quienes están lejos de la comunidad eclesial o se consideran fuera de la misma a causa de su fracaso conyugal", dijo el pontífice.

Sin embargo, señaló, "estas personas son y continúan incorporadas en Cristo en virtud de su bautismo" y concierne a los pastores "la importante responsabilidad (…) de no considerarlas jamás extrañas al Cuerpo de Cristo, que es la Iglesia".

"Estamos llamados a no excluirlos de nuestra ansia pastoral, sino a dedicarnos a ellos y a su situación irregular y su sufrimiento con toda premura y caridad", defendió.

La carta titulada "La búsqueda de la claridad: una súplica para desatar los nudos en Amoris laetitia" lleva la firma de los purpurados alemanes Walter Brandmüller y Joachim Meisner, el italiano Carlo Cafarra y el estadounidense Raymond Burke –el único en funciones y figura de la oposición al Papa–.

Fue justamemente el estadounidense Burke, quien reiteró el viernes sus críticas en una entrevista publicada en el periódico católico The Register.

"Esta idea, por ejemplo, de que el papa tendría que ser una especie de innovador que lidere una revolución en la Iglesia o algo similar es totalmente ajena al cargo de Pedro", aseguró.

El cardenal ultraconservador también afirmó que "la autoridad eclesiástica sólo está al servicio de la tradición" y en algunos los prelados tienen la obligación de señalar los "errores" del papa y pedir que los corrija.

Raymond Burke, apartado hace dos años del gobierno de Vaticano, ya había lanzado una petición contra las reformas del papa y en la campaña electoral en Estados Unidos apoyó a Donald Trump por su oposición al aborto.

@infobae