"Mi hijo Luis me mandó un mensaje de texto diciéndome que Fidel Castro se había muerto", dijo en exclusiva para ESPN Digital el cuarto latino con más éxitos en MLB.
"Te puedo decir que pensé más en lo que viene; en lo que pueda pasar ahora. En que hay que prepararse para lo que venga y cómo nos vamos a desenvolver. Uno no se puede anticipar. Pero eso venía, eran muchos años, mucho tiempo. Todos los estábamos esperando. Pero el problema es qué es lo que viene después de esto", remarcó el pelotero de 76 años.
"Después de tantos años y todo lo que uno pasó, yo no vi a mi papá por 18 años, y no regresé a mi patria por 46 años, no es tan fácil. Pero creo que no hay que celebrar porque el régimen está ahí todavía. No se sabe lo que va a pasar y uno no sabe cómo va a reaccionar Raúl y todos los que están ahí. A veces tienes que callar para poder resolver. A veces se celebra antes de tiempo. Ojalá que todo se arregle pronto porque ya es demasiado y eso no lo soporta nadie.
"[También pensé] en todo lo que uno pasó. Eso se queda ahí para toda la vida, eso no lo va a cambiar nadie. Todo lo que hemos sufrido nosotros eso no lo cambia nadie. Ya es demasiado tiempo en esto y es un abuso muy grande. Toda la gente que ha muerto en el trayecto que se han querido escapar; todos los desaparecidos. Nadie sabe lo que va a pasar ahorita; ni los cubanos, ni los que están aquí ni los que están allá, ni los americanos, nadie sabe lo que va a pasar.
"Habrá que esperar. Ojalá se arregle de una manera u otra. Eso lleva más de 50 años ahí y se ha creado mucho odio por lo que han hecho. Es duro.
"Las demás nacionalidades no saben lo que uno ha pasado porque ustedes nunca lo pasaron. La gente no entiende a veces los sentimientos de uno. Toda esta gente que salió y nunca llegó. A veces uno no podía dormir pensando en todo lo que pasó. Yo pude ver a mis padres otra vez pero nunca pensé que los iba a volver a ver. Yo salí bien, yo fui a México, pero no regresé más hasta 46 años después. Gracias a Dios que me ayudó a poder llegar a las ligas mayores y a mi señora y a mi familia.
"Lo más difícil es que no sabemos en realidad el número de personas que perdieron la vida cruzando el Golfo de México, si son 20, 80, 100 mil, un millón. Yo tenía una familia de amigos que era de como 40 personas, mucha gente, que salió en bote y el bote se partió. Todos se murieron. Todos se fueron. Y eso es muy duro y esas son las cosas que uno conoce".
Fidel Castro y el béisbol
"Uno no podía salir; para salir tenías que desertar. Eso era duro. El problema era tu familia y lo que le podía pasar a tu familia y te leían la cartilla de lo que le iban a hacer a tu familia si no regresabas. Ese fue el sistema. Tantos peloteros que se malograron y que no pudieron salir. Había muchos peloteros buenos que se quedaron y no pudieron salir. Atrasó el béisbol. Cuba era el país que más peloteros latinos tenía en Grandes Ligas hasta que vino el sistema este y lo echó para atrás.
"Es increíble, tantos peloteros que se malograron; muchos buenos. Cuando yo jugaba, cuando yo salí, había 50 o 60 peloteros como yo o mejores que yo. Y esos nunca pudieron salir. Se quedaron allá todos. Eso fue una cosa dura porque todos en la vida debemos tener una oportunidad de poder ser alguien; de poder hacer lo que amas, lo que pensaste de chiquito y eso no se lo debe quitar nadie a nadie. Eso es lo que ha pasado aquí, le han quitado la libertad, la felicidad, las cosas de uno de muchacho de quería ser esto, quería ser lo otro y nunca lo pudiste hacer. Yo tengo que darle gracias a Dios, a mi señora, a mi familia de que al menos yo tuve la suerte de poder llegar. Salí, pasé lo que pasé y llegué. Claro que no fue fácil pero pude tener esa oportunidad que muchos otros no la tuvieron".
¿Conoció a Fidel?
"Yo lo conocí dos veces. Cuando jugué en el último año, 1960, 1961, en la pelota de invierno él iba a los clubhouse a saludar a los peloteros y ahí se presentaba con nosotros. Él iba a todos los lockers y les daba la mano a los peloteros y así fue como lo conocí. Fue dos veces al parque, pero ahí no fui más, y no regresé hasta 46 años después. Salí el 25 de mayo de 1961 y no regresé hasta el día de mi cumpleaños, el 23 de noviembre de 2007".
¿Mejorarán las relaciones?
"Tengo esperanza que las cosas mejoren. Ojalá que Dios quiera y mejoren. Se haga un país como todos los demás, tan cerca que está aquí de Estados Unidos. Ojalá se arreglara todo y lo que pasó es una puertecita que se abre para el futuro de lo que pueda suceder en Cuba para el bien de todo nosotros los cubanos; los que estamos aquí y los que están allá. Si Dios quiere que así sea. Espero que todos podamos ir a Cuba y vivir en Cuba como vivíamos antes".
@elcaribe