miércoles, 16 de noviembre de 2016

Hipólito Mejía propone formas para combatir la corrupción


EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO,-El ex presidente Hipólito Mejía afirma que en América Latina y El Caribe, la corrupción se apropia de recursos económicos públicos y privados que, bien usados, podrían servir al bien común, deberían servir para mejorar la calidad de vida de las familias, el fortalecimiento institucional y una distribución más equitativa de la riquezas de los países de la región.

 Afirmó que una evidencia de esa realidad es que sólo en el año 2015 la corrupción costó en el área cerca de ciento cuarenta y dos mil novecientos veinte millones de dólares, cifra que representa el tres por ciento de lo que se produce en la región.

 El ex Presidente Mejía disertó sobre el tema " Política y Corrupción" en la Octava Conferencia Regional. de la Unión Internacional de Trabajadores de la Alimentación (UITA), celebrada en un hotel del este del país.

 Mejía expresó: "Quiero hacer algunas propuestas que, espero, sean de utilidad para la UITA y otras instituciones genuinamente comprometidas con la transparencia en América Latina y El Caribe. En primer lugar, se requiere llegar a un consenso para consolidar las instituciones públicas a nivel ejecutivo, legislativo y judicial.

Una legislación para castigar a los servidores públicos involucrados en actos corruptos en el ejercicio de sus funciones, la cual requiere de una voluntad política firme, constante y decidida. Además de disuadir la corrupción, esa legislación serviría para castigarla y para asegurar la recuperación de los bienes públicos robados por esos funcionarios corruptos. 

 Esa legislación debe establecer los mecanismos para penalizar a comerciantes y empresarios que actúen en contubernio con funcionarios públicos para beneficiar sus empresas y negocios.

 En segundo lugar, es imperativo fortalecer la competitividad, la cual, más que la panacea contra la corrupción, sirve para transparentar los vínculos entre el Estado y el sector privado y es otra como forma de disminuir los incentivos a la corrupción. 

 La competitividad obliga a cumplir con normas internacionales de transparencia y a reducir las distorsiones en el mercado causadas por la corrupción.