sábado, 19 de noviembre de 2016

Seguridad Social envilecida

Mientras no sea el Estado quien administre integralmente la Seguridad Social; mientras no sea el Estado quien garantice todas las prestaciones de salud a los afiliados y sus familiares e invierta productivamente el inmenso capital que genera el ahorro de los trabajadores; mientras no sea el Estado el que regule y perfeccione los servicios de la Seguridad Social, velando porque no se cometan abusos contra los beneficiarios…En fin, mientras no se supere el penoso envilecimiento de que ha sido objeto, desde su origen mismo, la Ley 86-01, aquí no hay verdadera Seguridad Social. Lo demás es puro cuento.