Lo primero que hizo fue seguirla a pie, cuando ella supuestamente se iba al trabajo. No notó nada extraño, pero no se atrevió a repetir el seguimiento, porque se exponía mucho a ser descubierto. Además, él quería tener una prueba fehaciente del engaño.
Entonces se le ocurrió la idea de usar un drone. Ni bien ella salió de la casa un día para ir a la oficina, él lo prendió y comenzó a seguirla con la cámara.
Se dio cuenta de que había algo extraño cuando no dobló donde habitualmente lo hacía. Sus sospechas empezaron a confirmarse cuando se detuvo para arreglarse el pelo.
YAOG, el marido
"¿Tienes que ponerte linda para encontrarte con el tipo con el que engañas a tu marido, no? Sí, asegúrate de tener lindo el cabello. ¡Se está poniendo linda para ese hijo de p…!", gritaba YAOG mientras corrían las imágenes grabadas con el drone.
Finalmente, la mujer entró al estacionamiento de la cadena de farmacias CVS. Del otro lado del establecimiento ,apareció su amante conduciendo una camioneta. Ella se acercó a la puerta del conductor, lo saludó, y luego se sentó en el lugar del acompañante.
"Si miran atentamente, podrán ver cómo 18 años de matrimonio se van por la alcantarilla. ¡Miren! ¡Bum! 18 años perdidos. ¡18 malditos años perdidos!", decía el marido, que se mostraba devastado.
"Teníamos un buen matrimonio. Eso es lo que pensaba. Aparentemente no era así. 18 años…", agregó.
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