La cerca será más alta que la actual. Pasará a medir más de 3,3 metros, contra los 2 metros que registra hoy en día.
Además, será equipada con tecnología de avanzada que permitirá detectar si un intruso intenta escalarla para ingresar al complejo presidencial.
La idea es hacer que los piquetes de la valla sean más anchos y más fuertes.
Las agencias calculan que la construcción de la nueva cerca arrancará en 2018, de acuerdo a un comunicado de prensa emitido por el Servicio Secreto norteamericano.
La fase inicial de la construcción estará centrada en los alrededores de la Casa Blanca y sus terrenos inmediatos. Luego, en una segunda etapa, se mejorarán las vallas del Departamento del Tesoro y el edificio de la Oficina Ejecutiva de Eisenhower.
"El presidente de la NCPC, L. Preston Bryant, miembros de la Comisión y su personal han colaborado incansablemente con el Servicio Secreto y NPS para identificar y desarrollar una solución para la valla que cumpla con los objetivos de seguridad nacional y preservar el carácter único del espacio público que rodea a la Residencia Ejecutiva", declaró Thomas E. Dougherty, director de Estrategia del Servicio Secreto.
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