La reacción de la primera dama estadounidense se produjo mientras bajaba junto a Trump del avión presidencial en Roma.
La excusa de ahora fue arreglarse el pelo para no tomar la mano de su esposo, quien luego de saludar efusivamente con la mano al público trató de agarrarla para bajar por las escaleras y fue evadido por ella. Ante esto, el mandatario optó tratar de ayudarla a bajar.
En su viaje a Tel Aviv, Melania tuvo una conducta similar, aunque un poco más agresiva, pues dio un pequeño golpecito a la mano de Trump cuando trató de agarrarla cuando desfilaban por la alfombra roja a su recibimiento.
Las acciones de la primera dama, madre de uno de los hijos de Trump, han desatado especulaciones sobre un posible distanciamiento del matrimonio, más aún cuando ella todavía no se muda a vivir en la Casa Blanca junto a su esposo bajo el alegado que su hijo -Barron de 10 años- debe terminar la escuela en Nueva York.
www.elmundo.es