Ese dato, dado a conocer por el ministro de Interior y Policía, Carlos Amarante Baret, para el vocero del Arzobispado de aquí ha pasado un poco desapercibido “porque en estos días otros acontecimientos mantienen a la población envuelta en el asombro, dando seguimiento a los sonados casos de soborno y corrupción en la administración pública”.
Las cancelaciones masivas de agentes policiales son analizadas por Camino en su editorial, correspondiente a la edición del próximo domingo, bajo el título de “Tolerancia cero”.
En tal sentido, el periódico especializado en temas religiosos, precisa que son vergonzosos los frecuentes hechos en donde se ven envueltos agentes policiales manchando su uniforme y el prestigio de la Institución, cometiendo fechorías.
“Porque éstos, en vez de ser parte de la solución del problema de la inseguridad, se convierten en aliados de la misma. Además, la desconfianza que genera esta actitud en la población es mortal, porque como dice el cantor: En quién creeré”, agrega.
El semanario Camino estima que bien hace la Policía Nacional en continuar haciendo esta profilaxis profunda, dentro de ese cuerpo del orden, no importando los rangos ni las insignias que caigan por mala conducta.
“Sabemos que el salario que devengan los uniformados de menor jerarquía no se corresponde con el alto costo de la vida que tenemos, pero jamás la pobreza podrá ser excusa para actuar de espaldas a la honestidad”, indica el editorial.
Y pone como ejemplo que “nuestros padres y abuelos, que vivieron épocas muy difíciles, en condiciones casi de miseria, y nunca le pusieron la mano a lo ajeno. Su orgullo y carné de identidad era la honradez”.
