La encuesta proyectó varios escenarios electorales debido a que la mayoría de partidos todavía no definieron su candidato para los comicios del año que viene.
En todos ellos, se debería ir a un segundo turno electoral debido a que ningún aspirante logra la mayoría suficiente para ganar los comicios en la primera vuelta.
En el caso de que Lula sea el aspirante del Partido de los Trabajadores (PT), el expresidente ganaría las elecciones en todas las hipótesis planteadas.
Si el aspirante del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) es Geraldo Alckmin, actual gobernador de Sao Paulo, Lula lograría el 30 % de los votos, superando al ultraderechista Jair Bolsonaro (del Partido Social Cristiano), que lograría el 16 % de los sufragios.
La líder ecologista Marina Silva, del partido Rede, obtendría el 15 % de los votos y Alckmin el 8 %.
Si el aspirante del PSDB es Joao Doria, actual alcalde de Sao Paulo, la mayor ciudad del país, Lula obtendría el mismo 30 % de los votos, seguido de Bolsonaro y Marina Silva, ambos con el 15 %, y Doria lograría el 10 %.
Datafolha también divulgó que si el juez federal Sergio Moro, responsable del gigantesco caso de corrupción en Petrobras, se presentara a las elecciones, sería el segundo candidato más votado, con el 14 % de los sufragios, apenas superado por Lula, que lograría el 29 %.
Otro escenario planteado son unas elecciones sin ningún candidato salpicado por la corrupción del alrededor de Petrobras. En este caso, Marina Silva sería la candidata más votada (27 %), seguida de Bolsonaro (18 %) y Doria (14 %).
Pese a liderar las intenciones de voto, Lula también es el candidato que tiene un mayor rechazo por parte de los ciudadanos en el primer turno, con un 46 %, seguido de Alckmin (34 %) y Bolsonaro 30 %).
En el caso de producirse una segunda vuelta, Lula ganaría ante Alckmin y Doria, obteniendo en ambos casos el 45 % de los votos, por el 32 % de Alckmin y el 34 % de Doria.
Si su rival fuera Marina Silva, los dos obtendrían el 40 % de los sufragios, y perdería si el otro aspirante fuera el juez Moro (44 % contra el 42 % del expresidente). Ya ante Bolsonaro, Lula ganaría cómodamente por 45 % a 32 %.
Datafolha entrevistó a 2.771 personas entre el 21 y el 23 de abril y el sondeo tiene un margen de error de dos puntos.
Lula, presidente de Brasil entre 2003 y 2010, no ha oficializado sus aspiraciones a la Presidencia, pero tampoco oculta su deseo de volver al poder, y su Partido de los Trabajadores, que fundó en 1980, ya ha declarado que lo tiene como “única opción” para las elecciones de octubre del año próximo.
El exmandatario tiene cinco causas abiertas por corrupción y obstrucción a la Justicia alrededor del caso Petrobras y según las normas electorales del país, puede ser candidato a la presidencia aún si fuera condenado en primera instancia, pero quedaría inhabilitado si alguna sentencia fuera confirmada por un tribunal superior.
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