La jurista que ha ganado celebridad nacional por representar a figuras del espectáculo, el deporte y el sector corporativo en sonados casos criminales, insiste en que la corte invalide lo dicho por la niñera, mientras estaba en el hospital y grave, después que intentó degollarse tras el doble asesinato que conmocionó a la ciudad.
La defensora de Ortega, alega que nada de lo que le dijo Ortega a los policías, debería ser tomado en cuenta por el tribunal.
La moción de la abogada fue sometida ayer lunes durante otra de las muchas vistas que se han seguido al caso, a la espera de que la niñera enfrente un juicio o se declare culpable.
La acusada, rechazó hace dos años una oferta de los fiscales para que se declarara culpable de homicidio en segundo grado, a cambio de cadena perpetua, pero la abogada rechazó el ofrecimiento.
La niñera fue examinada por varios psicólogos y especialistas designados por la corte y la declararon apta para un juicio, pero la abogada insiste en que está “loca”.
Ortega, estaba en una cama del hospital Presbiteriano en el Alto Manhattan, con tubos por la garganta mientras se quejaba de sus condiciones de trabajo con la familia Krim, dos días después de los brutales asesinatos del 25 de octubre de 2012, según los documentos judiciales.
Gruñendo, pronunciando palabras y señalando letras en un gráfico del alfabeto, Ortega indicó que su empleador, Marina Krim, la hizo trabajar excesivamente, según el testimonio del Yoel Hidalgo testificó en la Corte Suprema Estatal de Manhattan.
“Tenía que hacer todo y cuidar a los niños”, dijo Ortega en español usando métodos poco ortodoxos, según el oficial Hidalgo.
“Yo sólo trabajaba como niñera y ella quería que yo lo hiciera todo. Ella quería 5 horas de limpieza”, habría Ortega supuestamente de la madre de los niños asesinados que fueron encontrados por ella en la bañera del apartamento de la familia en un lujoso edificio del centro de Manhattan, cerca del Parque Central.
La abogada sostiene que Ortega no podía haber abierto la boca ni haber dicho nada en su estado.
“¿Hubo algo en la boca de Ortega” durante la entrevista?, le preguntó la abogada a Hidalgo.
Y el oficial respondió “no creo que hubiera nada en su boca”. La jurista le mostró entonces una foto de Ortega, que se cortó la garganta después del doble homicidio, llevando una llave cervical con tubos emergiendo de su boca.
“No recuerda que ella tuviera esa pieza en la boca”, dijo Hidalgo.
Hidalgo, quien fue asignado a vigilar a la presa, testificó que no buscó las declaraciones, sino que la niñera golpeó las barandillas de su cama para indicarle que tenía algo que decirle, dijo el policía.
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