miércoles, 12 de julio de 2017

Fulgencio Espinal: “Yo no salí por la frontera con ropa de mujer”


SANTO DOMINGO.- En una de las últimas entrevistas de Fulgencio Espinal, el dirigente político, exsecretario de la Presidencia durante el Gobierno de Jorge Blanco (1982-1986) y director de la Lotería Nacional, declaró que fue víctima de una persecución política que le desacreditó moralmente y fue el precio por haberse opuesto al presidente Joaquín Balaguer, antes de haber sido electo en el proceso electoral de 1986.

Espinal declaró a Salvador Holguín que su salida por la frontera, supuestamente vestido de mujer, “es un juicio que nunca termina”, porque se le agredió “el honor de los hombres”.

Dijo que para él esa situación es una “causa permanente que tengo pendiente con la historia y con mis contemporáneos”.


En esa entrevista planteó que sus profundas diferencias con Balaguer, además de su renuencia a entregar el poder tras el proceso electoral de 1986, le costó caro.

Dijo que una vez llegó Balaguer al poder se le consideró “un malcriado” y a través de personas cercanas a él se le informó que era perseguido y estaba cercado. Por esta razón, se vio obligado a salir del país hacia Haití a través de la frontera, pero no vestido de mujer “porque yo soy un hombre de cojones”.

Eventualmente la situación en Haití le obligó a trasladarse a Panamá, donde fue protegido por el Gobierno y en Venezuela también.

A continuación la declaración completa dada por Espinal a Holguín de cómo salió del país ante lo que llamó una persecución en su contra.

“El abogado que buscó mi madre, doña María Espinal, el abogado Tejada Espinal era de Montecristi, un funcionario del Gobierno. Don Antonio Grullón Chávez, amigo protector mío, amigo de mi familia, habló con el doctor Balaguer cuando empezaron las persecuciones, y Balaguer le dijo a él que yo estaba cercado, que yo era un malcriado y que estaba cercado. En ese momento yo duré 89 días en la clandestinidad, en varios lugares.

De los que me escondió a mí fue mi compadre Pedro Alegría, él me movía. Allanaban aquí y él me movía. Se me persiguió con saña. Grullón Chávez le planteó a mi mamá sacarme del país, porque ‘si caía preso se pierde la llave’.

Mi mamá le dijo a Grullón Chávez no te preocupes, nosotros sabemos cómo. Yo crucé la frontera. Entré a la embajada de Venezuela de Haití. Ahí me recibió el embajador Cuellar, en Puerto Príncipe. Entonces, el doctor Balaguer, a través del ministro Regalaux, planteó que como yo estaba en Haití era necesario que me entregaran a mí, para intercambiarme con un canadiense que estaba en Pedernales, pero estaba en Haití protegido por un movimiento político, y ante la situación de entregarme se planteó que me fuera a Panamá.

Me fui a Panamá, todo esto con pasaporte falso. Porque la seguridad de Balaguer ocupó el aeropuerto Toussaint Louverture. En Panamá fui protegido por torrejistas. A mí me protegió el subjefe de Estado Mayor de la Guardia Nacional de Panamá, que era mi amigo.

En esa situación Peña Gómez viajó allá, (y le dijo): lo que tú has hecho has desafiado los infiernos. Tú no puedes regresar a Santo Domingo, porque Balaguer te va a despedazar”.

@diariolibre