“Cooooño, que no quiero que lo limpie”, fue la expresión a todo pulmón de un conductor que abordaba una yipeta por la avenida Máximo Gómez, cuando un limpiavidrios intentó, de manera insistente limpiar el cristal de su vehículo.
En un recorrido realizado por las avenidas de mayor tránsito de vehículo en el Distrito Nacional, reporteros de El Nacional observaron que las intersecciones de la Máximo Gómez con John F. Kennedy, 27 de Febrero e Independencia han sido tomadas nuevamente por los limpiavidrios que ofertan casi a la fuerza un servicio que pocos quieren.
Estos hombres, en su mayoría jóvenes, con el alegato de no querer hacer lo malo y estar desempleados, intentan ganarse el sustento de la manera más fácil posible y, lo que es peor, ofreciendo un servicio que no le ha sido solicitado.
Con una esponja o un limpiador de cristal y una botellita de agua, que es su única inversión, tratan de conseguir dinero para vivir su día a día.
Denuncias sobre atropellos cometidos por los limpiavidrios son externadas a diario en las redes sociales y en llamadas a los programas radiales más populares del país.
Antecedentes
En abril del 2015, la AMET anunció que retiraría de las calles los limpiavidrios, vendedores y parqueadores callejeros, en vista de que causaban daños verbales y físicos a conductores de vehículos y sus acompañantes. Los operativos duraron varios días, pero luego éstos retornaron de manera paulatina a las avenidas de la capital.
@elnacional
