En varias ocasiones, al presidente Donald Trump se le ha criticado su temperamento, ya que podría actuar más por “el calor del momento” que pensar mejor las cosas antes de tomar una decisión.
El ultimátum que dio al líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, para parar amenazas contra los Estados Unidos, fue más criticado que aplaudido.
La frase “fuego y furia como el mundo nunca ha visto” reveló lo que muchos temían desde la campaña, que incluso fue comentado por la excandidata Hillary Clinton y la exprimera dama Michelle Obama. “Queremos un adulto responsable para los códigos nucleares”, dijo la segunda en uno de las manifestaciones en que acompañó a la exsecretaria de Estado.
“El pensamiento de Donald Trump con armas nucleares me da miedo”, dijo Bruce Blair, el oficial de lanzamiento retirado, quien consideró que eso debería asustar a todos.
Aunque sus seguidores lo apoyaron por sus comentarios sobre cómo enfrentar al enemigo, ahora el 75 por ciento de la población teme a una posible guerra con Corea del Norte, porque la amenaza podría alcanzar ciudades como Los Ángeles y Nueva York. “Trump está cumpliendo las expectativas de alguien que ataca peligrosamente a los competidores reales o imaginarios…
Él está aumentando el riesgo de un conflicto que podría derivar en una guerra nuclear. Ha demostrado ser una y otra vez… incapaz de aplicar una mano hábil a la diplomacia”, agregó el Blair, ahora investigador de Princeton, a The Washington Post. Mark Lussky, otro experto consultado por el diario, dijo que el presidente Trump “habla y actúa impulsivamente”.
Trump mismo dijo durante su campaña que le gustaba “ser impredecible” y que no tenía miedo de ir a la guerra “amo la guerra”.
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