Maggie Greene quería modelar cuando era adolescente, por lo que pensó que tendría que empezar a hacer dieta como una supermodelo para poder obtener un contrato con una agencia.
Después de que le dijeran que tenía que perder aún más peso para ser considerada para un trabajo, Maggie estaba completamente sorprendida. “Descubrí que muchas agencias dejaron de llamarme hasta que no empezaer a perder peso y redujera mis medidas”, le dijo a Harper’s Bazaar.
El 2 de enero de 2018, Maggie publicó imágenes contiguas de cómo se veía hace dos años cuando intentaba entrar en el modelaje y cómo se ve ahora.
En el pie de foto, ella explicó que aumentó 30-35 libras y se siente mucho mejor consigo misma.
“La foto de la izquierda se tomó hace dos años y la imagen de la derecha se tomó hace unas semanas”, explicó en su post de instagram. “Puedes ver diferencias físicas obvias, pero lo que no puedes ver son las diferencias mentales”.
@eldiariony