El padre de los niños, Kevin Krim, estuvo presente en la jornada de alegaciones finales y se pudo apreciar una expresión de disgusto en su cara. Por el contrario, la madre, Marina Krim, no asistió al juicio este lunes.
Mientras los abogados de Ortega defendieron que la acusada no es responsable del presunto homicidio porque padece una enfermedad mental, la acusación mantuvo que el asesinato estaba planeado.
“Cada puñalada, cada cuchillada, tenía un propósito: acabar con la vida de esos niños”, dijo el asistente del fiscal de Distrito, Stuart Silberg. La acusación sostuvo que Ortega tenía además la intención de acabar con su vida de la misma manera que lo había hecho con las víctimas, en referencia a su intento de suicidio. Además, Silberg alegó que la niñera “conocía las consecuencias de sus actos”.
Por otra parte, la abogada defensora, Valerie Van Leer-Greenberg, sostuvo que no hubo ningún “motivo racional” para matar a los hermanos Krim ya que Ortega en ese momento era víctima de un trastorno “disociativo”, en el que su cuerpo y mente estaban separados.
Durante el juicio, ambas partes hicieron referencia a la relación de Ortega con el matrimonio Krim. Mientras la defensa aseguró que la niñera “amaba a esta familia” y Kevin Krim rompía a llorar, Silberg intentó demostrar con sus argumentos que Ortega mató a los niños porque sentía envidia de Marina Krim por transmitir una imagen de familia perfecta.
Después de haber escuchado las alegaciones finales, la deliberación del jurado comenzará hoy martes. Si Yoselyn Ortega es declarada culpable, se podría enfrentar a cadena perpetua. Si por el contrario se aceptan los argumentos de la defensa y es declarada no culpable por enajenación mental, podría pasar el resto de su vida en un centro psiquiátrico.
@eldiariony
