jueves, 17 de mayo de 2018

El precio del error de Canó


SANTO DOMINGO- Robinson Canó cometió un error de esos que tienen un precio muy alto.  El carismático y exquisito segunda base de los Marineros de Seattle no solo fue suspendido por 80 partidos de la presente temporada por violar las reglas de consumo de sustancias prohibidas, también perderá alrededor de 11 millones de dólares, y algo que es aún peor, su credibilidad está en duda.

 El diurético utilizado por Canó no es un esteroide. No ayuda el fortalecimiento muscular, tampoco reduce la fatiga tras un prolongado esfuerzo. 

La furosemida sirve para eliminar de manera rápida la retención de líquidos en el cuerpo, algo que los médicos de la MLB han catalogado como sospechoso que el nativo de San Pedro de Macorís admitió haber utilizado por recomendación de un médico amigo suyo en el país durante el pasado otoño.  


Canó admitió  su error. Pidió disculpas públicas a su familia, compañeros de equipo y sus seguidores. Dar el frente en medio de una situación adversa es un paso correcto. Admitir que se incurrió en la ilegalidad y no abrazar falsas excusas estériles, es de valientes.

Los errores involuntarios no existen en los deporte elites. Todo lo que consume un atleta de alto rendimiento está bajo supervisión de un experto en nutrición, médico o entrenador personal. Los accidentes no existen y los errores suelen pagarse caros, muy caros. 

@7dias