El vuelo de la aerolínea Sichuan Airlines enlazaba la ciudad de Chongqing (suroeste) con Lhassa (Tíbet) el lunes por la mañana. Pero tuvo que aterrizar a mitad de camino, en Chengdu (suroeste), tras el estallido del cristal derecho de la cabina.
Según informaron las autoridades chinas de aviación civil, el parabrisas se rompió cuando la aeronave sobrevolaba Chengdu. El accidente obligó a la tripulación a iniciar un dispositivo de emergencia, que concluyó con el aterrizaje a las 07:46 hora local de este lunes (23:46 GMT del domingo).
El copilto sufrió lesiones, especialmente en la cara, y una azafata terminó herida durante el aterrizaje. Los 119 pasajeros resultaron ilesos.
El capitán del vuelo, Liu Chuanjian, es considerado un héroe, ya que logró hacer que el avión llegue al aeropuerto prácticamente a ciegas, con la mayor parte del equipamiento fuera de servicio.
"No hubo ningún aviso. De golpe, el parabrisas se rajó e hizo un ruido muy fuerte. Lo siguiente que vi fue a mi copiloto siendo succionado, con medio cuerpo afuera", contó Chuanjian al Chengdu Economic Daily.
"Todo en la cabina estaba flotando en el aire. La mayor parte del equipamiento había dejado de funcionar y no podía escuchar la radio. El avión temblaba con tanta fuerza que no podía leer los indicadores", agregó.
Las autoridades aéreas están investigando las causas del incidente, que es muy poco común. Por el momento no hay indicios sobre lo que pudo haberlo causado.
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