lunes, 2 de julio de 2018

“Yo soy el jefe”

Hay una frase breve y sin espacio para la más mínima duda o titubeo; que no deja brecha alguna para el intercambio de ideas; que es fantasmal y opresiva; que tiene una dura presencia en más de cinco siglos de quejas, reclamos y protestas; que ha edificado tiranías y explica tragedias, revoluciones, lágrimas, exilios y prisiones; que no tiene nada que ver con institucionalidad, transparencia y consenso; que es odiosa, hiriente, golpeante; que muestra fehacientemente nuestro crónico atraso de república endeble, irrealizada, inconclusa y de futuro permanentemente incierto. La frase: “En este país, yo soy el jefe”.