miércoles, 5 de septiembre de 2018

Trabajadores por propinas piden aumento en salario mínimo


Ernesto Salazar, un lavador de carros en El Bronx, vive preocupado por hacer rendir el salario que gana trabajando casi 60 horas semanales. Él se ha ocupado de su hija desde que se convirtió en padre soltero cuando ella tenía solo 8 meses, un reto que, según él, es imposible cuando se trabaja por propinas.

Salazar, un inmigrante salvadoreño que llegó hace 18 años a Nueva York, y quien lleva 15 trabajando en un lavadero de autos para mantener a su hija y enviar dinero a su madre en El Salvador, tiene que multiplicar los casi $2,000 dólares que gana al mes para logar pagar renta, seguro, transporte y ropa. 

Él asegura que gana $11.5 por hora, y por medio de propinas llega hasta $13 por hora. Una suma que está por debajo del salario mínimo para otras industrias que no se basan en propinas. Para Salazar, los “tips” parecen más una “ruleta rusa” y no le brindan estabilidad económica.



Ernesto Salazar, empleado de un lavadero de vehículos en El Bronx exige cambios en el salario mínimo para trabajadores por propinas. Foto: Mariela Lombard.
“Muchas veces nosotros no hacemos propinas. Muchas veces con días de lluvia no hay trabajo, no hay horas. No podemos estar dependiendo de una propina para vivir”, dijo Salazar, quien explicó que su salario semanal puede llegar a estar por debajo de los $100.

El salvadoreño cree que debe ajustarse el salario mínimo para quienes ganan salarios con propinas, un modelo que permite que los restaurantes paguen a los empleados que reciben propinas menos del salario mínimo, siempre que sus propinas compensen la diferencia. En el estado de Nueva York, dependiendo de la ubicación del negocio, el salario con propinas para los empleados es de $7.50 la hora para la mayoría del estado y de $8 por hora en la Gran Manzana.

Pero Salazar no es el único afectado por el desequilibrio de salarios, Janet Calle, una empleada de un salón de uñas y miembro de Healthy Nail Salons Coalition, una organización que reúne a más 700 trabajadores de belleza en NYC, pidió se “haga justicia”.

“He visto el maltrato que se les da a muchas personas porque a veces tenemos que trabajar todos los días de la semana y no se nos paga tiempo extra”, apuntó Calle.

Salario mínimo para todos
Oficiales electos creen que el momento de cambiar la ley ha llegado y que los senadores en Albany debe prestarle atención a este movimiento. Así lo dejó claro el concejal Francisco Moya este martes durante una demostración en la Alcaldía, donde pidió que se eleve a todos el salario mínimo.

“El sustento de los servidores de restaurantes, trabajadores de lavado de autos, empleados de salones de belleza o cualquier trabajador con propinas no debe depender de tolerar el acoso sexual y la discriminación, pero nuestro sistema de salario mínimo de dos niveles incentiva silenciosamente estas indignidades”, dijo Moya.

El líder político se reunió con organizaciones defensoras de los derechos de los trabajadores para anunciar que el próximo 12 de septiembre presentará una resolución en el Concejo Municipal para hacer oficial su pedido al Departamento de Trabajo con el fin de eliminar el “crédito con propinas”.

De lograrlo, los empleadores tendrían que pagarle a los trabajadores con propinas $3.50 adicionales por hora en Westchester, $4 más por hora en la ciudad de Nueva York y $2.90 más por hora en todo el resto del estado. Eso elevaría el salario a los mínimos actuales, que van de $13 en la ciudad de Nueva York a $10.40 en el norte del estado.

Catherine Barnett, directora del Restaurant Opportunities Center de Nueva York, aseguró que el sistema salarial actual “alimenta la pobreza, el acoso, la discriminación y el robo de salarios”.

“Nueva York debe ser un líder en la lucha por un salario justo y unirse a los siete estados que ya han eliminado el salario mínimo subministrado, lo que genera ganancias para los trabajadores en todos los ámbitos”.

Deborah Axt, codirectora de Make The Road NY, se unió al pedido de los oficiales y recordó que ningún trabajador debería ver amenazado su sustento “porque no sonríe lo suficiente o no se postraba ante un cliente”.

“Hemos escuchado suficientes historias de horror sobre las condiciones en las que se obliga a los empleados a trabajar para saber que este sistema de dos niveles debe terminar”, destacó Axt.

Y es que activistas aseguran que la dinámica de propinas afecta en su mayoría a la comunidad inmigrante, quienes, en algunos casos, por falta de manejo del inglés y documentos que les permitan acceder a otros trabajos, se mantienen en un ciclo de “esclavitud moderna”.

“Elevar el salario mínimo al salario mínimo general para los trabajadores con propinas de Nueva York será un paso hacia el final de la esclavitud moderna”, dijo Martha Maffei, directora ejecutiva de SEPA Mujer. “Durante demasiado tiempo, las minorías, y en particular los inmigrantes han sufrido trabajo duro con poca o ninguna compensación en un sistema viejo y obsoleto”.

Maffei expliceo que un salario mínimo aumenta la inequidad salarial de género y “también obliga a innumerables mujeres a soportar el acoso sexual, el abuso laboral, el robo de salario y de propinas”.

Ya el Departamento del Trabajo estatal ha indicado que debido a la cantidad de asuntos que debe evaluar para tomar una decisión, no está previsto que se haga algún anuncio pronto sobre el salario mínimo para los que ganan propinas.

@eldiariony