martes, 13 de noviembre de 2018

Mujer, emociones y cáncer


Hablar de cáncer de mama es acercarnos a las emociones y sentimientos de toda mujer que ha pasado por este difícil proceso. Es tocar su esencia, su sensibilidad, su sexualidad, su maternidad, en fin, su vida misma.

¿Qué ocurre en el mundo emocional de una mujer cuando se entera que tiene cáncer?

Sin duda, un torbellino de reacciones: shock, miedo, negación, ira, tristeza, aceptación, se hacen presente en cada etapa. Todo esto es normal y adaptativo.

¿Qué hacer ante esta sacudida?

Lo primero es identificar las emociones, ponerles nombre, dejarlas salir, liberar la angustia, no está mal llorar, es parte de ser humana. Expresar el malestar, el miedo, la incertidumbre hará el proceso menos traumático, y luego podrá llegar la aceptación, el valor. Sí, porque referirse a una mujer con cáncer de mama es reconocer su fortaleza, esa capacidad de ir hacia adelante por encima de la enfermedad, por ella misma, por su familia, por toda la gente que la quiere y porque está convencida que seguir pedaleando por su vida lo vale todo.


He visto a tantas mujeres transformar su dolor en esperanza (contra todo mal pronóstico), someterse a los tratamientos como esperanza, decir SÍ a la vida en los momentos más grises.

No podemos olvidar que cada una de ellas ha tenido una fuerza que las mueve: el amor por sí misma, el cariño de su familia, sus amigos y en muchos casos, una comunidad de fe, un grupo de apoyo y por supuesto el soporte de un equipo médico que las acompaña a lo largo del proceso oncológico. No es posible enfrentar al cáncer sin el apoyo de otros. Definitivamente sentirse acompañada favorece un buen ajuste emocional y psicológico.

A todas esas mujeres hermosas, decirles que ciertamente no pueden cambiar ese diagnóstico y todo lo que conlleva asumirlo, pero si pueden elegir pedalear con él y renovar sus ganas de vivir, eso sí: un día a la vez…

Que cuando se realicen las campañas de prevención y concientización podamos no solo identificarnos con el lazo rosa sino darnos cuenta que el cáncer de mama va mucho más allá y es un camino de muchos colores.

Que podamos acompañar desde el respeto y el cariño a esas mujeres valientes que han decidido vivir. Pidamos con insistencia: más investigación para el cáncer de mama, que cada día sean más las que logren seguir viviendo después de un diagnóstico oncológico.

Rindamos homenaje a tantas mujeres que no han perdido la sonrisa y que eligieron: vivir.

Lic. Auris K. Belén P.
Psicóloga clínica / Terapeuta familiar y de pareja Servicio de Psico-0ncología
Instituto Nacional del Cáncer Rosa Emilia Sánchez Pérez de Tavares INCART

Telf. 809-289-2700

@elnacional