jueves, 20 de diciembre de 2018

Historias de penurias de cubanos para llegar a GL



AP
Nueva York
La próxima generación de astros cubanos del béisbol tendrá un camino hacia las Grandes Ligas mucho más despejado del que tuvieron sus mayores.

Los cubanos podrán firmar con clubes de Estados Unidos siguiendo las mismas reglas que los japoneses, sudcoreanos y taiwaneses en el marco de un acuerdo entre las Grandes Ligas, la asociación de peloteros de Estados Unidos y la Federación Cubana de Béisbol. Ya no tendrán necesidad de desertar.

Por décadas, los peloteros cubanos que llegaron a Estados Unidos lo hicieron en circunstancias misteriosas y circularon todo tipo de rumores acerca de las penurias que vivieron para irse de la isla. Aquí algunos ejemplos:

LLEGA GARBEY

Antes de que siquiera hubiesen nacido estrellas de la talla de Yasiel Puig y Yoenis Céspedes, Bárbaro Garbey hizo su debut en los Tigres de Detroit, quienes ganaron la Serie Mundial de 1984. Llegó con la flotilla de Mariel de 1980, cuando el gobierno permitió la salida de unos 125.000 cubanos.



Un cuarto de siglo después, Garbey dijo al diatio USA Today que tuvo que intentar varias veces sumarse a la flotilla.

“Las primeras tres veces me reconocieron y me dijeron que eso no era para mí”, comentó. “La cuarta, el tipo me reconoció también, pero me dijo, ‘¿así que te quieres ir? Pues vete al diablo’”.

LOS JUGADORES DE LA SELECCIÓN

La llegada de desertores cubanos se disparó en 1991, cuando el pitcher René Arocha, que estaba en Estados Unidos con la selección isleña, abandonó la delegación en un aeropuerto de Miami. El talentoso torpedero Rey Ordóñez, por su parte, escaló un cerco cuando dejó el equipo nacional en los Juegos Mundiales Universitarios de 1993 en Buffalo, Nueva York.

El lanzador Rolando Rojo estaba en Georgia con la selección olímpica cubana de 1996 y se escapó de un hotel. Reapareció en Miami y participó en el Juego de las Estrellas de 1998 con la camiseta de Tampa Bay.

LOS HERMANOS HERNÁNDEZ

La selección cubana se entrenaba en México en 1995 cuando Liván Hernández se escapó del hotel y viajó en avión a Venezuela. Dos años después, fue el Jugador Más Valioso de la Serie Mundial con los Marlins de Miami.

A su medio hermano Orlando Hernández lo marginaron de la pelota cubana tras la partida de Liván, pero pudo escaparse con un pequeño grupo en una embarcación en diciembre de 1997. Llegó a las Bahamas y terminó firmando con los Yanquis. Se coronó tres veces con los Yanquis y también ganó una Serie Mundial con los Medias Blancas en 2005.

LA ODISEA DE PUIG

Puig salió de Cuba en 2012, después de varios intentos fallidos. Fue sacado de la isla por traficantes asociados a una banda mexicana de narcotraficantes, según un testimonio prestado en un juzgado.

El astro de los Dodgers dijo el miércoles en un comunicado que le alegraba saber que en el futuro los peloteros cubanos no tendrán que sobrellevar ese tipo de odiseas para salir.